/ jueves 25 de abril de 2019

PODRÍAMOS GANAR AUNQUE FUÉRAMOS PERDIENDO

CARREREANDO LA CHULETA


Cuando entré a la secundaria estuve en el primer equipo de fútbol al que pertenecí seriamente, aunque yo ya era un importante jugador de la calle con balón de lata, de bote de leche o de lo que hubiera, pero nada más, esa vez nos pusieron a competir contra la selección de tercero en donde estaban los mejores jugadores de toda la secundaria, nosotros, los de nuevo ingreso, aspirábamos a ser como ellos y llegar a jugar bien al futbol.

El resultado creo que fue dos docenas de goles contra 1 metido por nosotros. Semejante humillación no tenía otro fin más que detectar a los que tenían talento para el fútbol, obviamente no estuve entre los seleccionados; el segundo objetivo era darle confianza al gran equipo y que se lucieran metiendo goles.

Aunque todos los de primer ingreso que jugamos esa vez pensamos que el maestro estaba loco porque era obvio cómo iba a terminar esa masacre, en realidad su técnica sí servía, porque en lo desesperado de los actos te daban ganas de pegarle a la pelota como fuera y hasta intentar meter goles de chilena, con cabezazos certeros, sacar el espíritu, jugar con el corazón, ir contracorriente y no derrotarse.

Creo que en ocasiones necesitamos eso precisamente, cosas que por un lado nos den confianza pero que a la vez nos reten, que nos den ganas de salir y trabajar con ese entusiasmo de vencedor, como si fuéramos ganando, porque normalmente nos sentimos como si fuéramos perdiendo dos docenas contra cero goles.

Y para que la gente sienta confianza y le den ganas de señalar hechos delictivos, por ejemplo y entre muchas otras cosas, habría que estar conscientes de que somos una sociedad insegura, sí, pero en donde también se castiga al que comete actos ilícitos.

El gobierno debería darnos ese marcador favorable en donde se esclarecieran las lamentables ejecuciones que se presentan todos los días a lo largo y ancho del país, de las registradas el 13 de abril en la ex hacienda El Hospital, en Cuautla, Morelos, con saldo de cinco muertos y una decena de lesionados; las de Minatitlán, el viernes 19 de abril, con saldo de 13 muertos, más las de hoy y las de mañana.

No nos caería nada mal que las autoridades nos dijeran los motivos, pero sobre todo que se capturara a los responsables y se les metiera en la cárcel, aunque la silla eléctrica no estaría nada mal, pero eso ya es otro asunto, porque si bien estos actos criminales generan psicosis, terror, si quedaran completamente resueltos nos darían la esperanza que necesitamos.

Mucho agradeceré sus comentarios al correo ronay.mx@gmail.com o al teléfono 962-624-0579.


CARREREANDO LA CHULETA


Cuando entré a la secundaria estuve en el primer equipo de fútbol al que pertenecí seriamente, aunque yo ya era un importante jugador de la calle con balón de lata, de bote de leche o de lo que hubiera, pero nada más, esa vez nos pusieron a competir contra la selección de tercero en donde estaban los mejores jugadores de toda la secundaria, nosotros, los de nuevo ingreso, aspirábamos a ser como ellos y llegar a jugar bien al futbol.

El resultado creo que fue dos docenas de goles contra 1 metido por nosotros. Semejante humillación no tenía otro fin más que detectar a los que tenían talento para el fútbol, obviamente no estuve entre los seleccionados; el segundo objetivo era darle confianza al gran equipo y que se lucieran metiendo goles.

Aunque todos los de primer ingreso que jugamos esa vez pensamos que el maestro estaba loco porque era obvio cómo iba a terminar esa masacre, en realidad su técnica sí servía, porque en lo desesperado de los actos te daban ganas de pegarle a la pelota como fuera y hasta intentar meter goles de chilena, con cabezazos certeros, sacar el espíritu, jugar con el corazón, ir contracorriente y no derrotarse.

Creo que en ocasiones necesitamos eso precisamente, cosas que por un lado nos den confianza pero que a la vez nos reten, que nos den ganas de salir y trabajar con ese entusiasmo de vencedor, como si fuéramos ganando, porque normalmente nos sentimos como si fuéramos perdiendo dos docenas contra cero goles.

Y para que la gente sienta confianza y le den ganas de señalar hechos delictivos, por ejemplo y entre muchas otras cosas, habría que estar conscientes de que somos una sociedad insegura, sí, pero en donde también se castiga al que comete actos ilícitos.

El gobierno debería darnos ese marcador favorable en donde se esclarecieran las lamentables ejecuciones que se presentan todos los días a lo largo y ancho del país, de las registradas el 13 de abril en la ex hacienda El Hospital, en Cuautla, Morelos, con saldo de cinco muertos y una decena de lesionados; las de Minatitlán, el viernes 19 de abril, con saldo de 13 muertos, más las de hoy y las de mañana.

No nos caería nada mal que las autoridades nos dijeran los motivos, pero sobre todo que se capturara a los responsables y se les metiera en la cárcel, aunque la silla eléctrica no estaría nada mal, pero eso ya es otro asunto, porque si bien estos actos criminales generan psicosis, terror, si quedaran completamente resueltos nos darían la esperanza que necesitamos.

Mucho agradeceré sus comentarios al correo ronay.mx@gmail.com o al teléfono 962-624-0579.