/ lunes 8 de abril de 2024

Mariqueta Corzo Tinajero: Libertad, derecho y protección a las mujeres

María Enriqueta Corzo Tinajero llegó al mundo el 4 de junio de 1968. Su niñez y primeros estudios los realizó en el colegio Guadalupano Constancia y Trabajo

Le dicen Mariqueta, nuestra estelar de hoy es la hija más pequeña de aquella pareja integrada por el licenciado Bernabé Corzo Villagrán y Enriqueta Tinajero Esquinca, matrimonio que un día, gracias a la necesidad mutua, decidieron unirse para acompañarse y formar un hogar que sirvió de ejemplo.

Como preámbulo, le comento que el licenciado Bernabé era viudo y tenía 3 niñas; Queta Tinajero también era viuda y con dos hijos varones, así que la necesidad se transformó en amor y construyeron un hogar con 7 hijos.

Ellos eran aquella pareja que hacía honor a la frase que reza así: “los míos, los tuyos y los nuestros”, refiriéndose a los cinco hijos con que se encontraron y dos más que nacieron como resultado del amor.

Fue así como María Enriqueta Corzo Tinajero llegó al mundo el 4 de junio de 1968. Su niñez y primeros estudios los realizó en el colegio Guadalupano Constancia y Trabajo. Al terminar la secundaria ingresa al colegio Miguel Hidalgo. Estudiando el bachillerato conoce al primer amor de su vida y el 30 de noviembre de 1985 se casa de blanco, sólo tenía 17 años.

Siete años después se convierte en madre de Natalia Del Pino Corzo, ellos eran muy jóvenes cuando ingresaron a esa aventura llena de responsabilidades, así que el matrimonio solo soportó 10 años y deciden separarse.

Después del divorcio, con 27 años, decide retomar la licenciatura en Derecho que había puesto en pausa por razones románticas, le esperaban tiempos difíciles, pues había regresado a casa como hija de familia y con una hija en brazos, al lado de su madre, quien la apoyó para que terminara la licenciatura y abrirse camino.

Egresada ya como Licenciada en Derecho decide buscar trabajo. ¡Era urgente! Recibe la primera oportunidad en la Corporación Nacional Licorera, siendo su jefe directo Eduardo Pineda, con quien colaboró 18 meses.

Después ingresó al mundo de las Afores y es Profuturo GNP el corporativo en donde fungió como asistente de Gustavo Pinot, quien era el gerente. No estaba titulada, así que litigar o ser merecedora de un puesto con el nivel profesional que tenía no era fácil, así que luego se incorporó al INEF, pero el amor vuelve a tocar a su puerta y estaba en planes de casarse.

Un segundo matrimonio en puerta la emociona, era una oportunidad envidiable, pero a tiempo reflexiona que ella no deseaba casarse, sino crecer en el ámbito laboral, profesional y como mujer, así que con mucho valor civil cancela la boda y acepta la oferta de Gas Metropolitano, gracias a la recomendación de Estela Avendaño, directora de Staff Laboral.

En Gas Metropolitano, mujer al fin responsable como son la mayoría, ingresaba a las 4 de mañana y terminaba a las 7 de la noche, colaborando en esa empresa 3 años. En el año 2003 su hogar se ensombrece con la muerte de su señor padre y recuerda que no ha tomado vacaciones, no ha descansado, está rendida, así que decide renunciar, pero no le aceptan la renuncia y le ofrecen 20 días de vacaciones.

Estando de vacaciones, su madre que era una mujer de poca escuela, pero sabia y culta le dice -Mariqueta, se murió tu papá y no te has titulado, así que, yo me haré cargo de tus gastos, pero te titulas-. Era una orden y la mejor propuesta, así que el resto fue más complicado, pero con una óptica profesional distinta.

En el año 2004, egresa con honores, se titula con mención honorífica y su vida da un giro de 180 grados. Se convierte en Ministerio Público, y la ley comienza a tomar en serio el tema de las mujeres, la equidad de género, protección, libres de violencia y se crea la Fiscalía en Delitos Sexuales, y ella es parte de esta Fiscalía.

Se especializa en el tema de la mujer y todos los agravantes que sufre. Se instruye con cursos, diplomados y certificaciones. En el año 2012 decide renunciar a la Fiscalía, porque la carga de trabajo era fuerte.

María Enriqueta Corzo Tinajero posee un diplomado en Derecho Fiscal, Seminario en Derecho Penal, cursos en Juicios Orales, así como tipos y modalidades de la violencia. Es coordinadora del Centro de Asistencia Social para Mujeres Víctimas de Violencia.

La madre de Mariqueta fue una mujer que se convirtió en un icono en la gastronomía, una maestra de la cocina, así que sin trabajo, decide emprender en su casa un pequeño negocio fabricando empanadas y tartaletas de piña en versión salada también.

Nuestra entrevistada no iba a esperar a que el dinero llegara del cielo a casa, sino que ella se las ingenió gracias a la enseñanza y herencia de su madre para iniciarse en una pequeña empresa desde casa. Además, siempre ha sido una mujer que le gusta producir, apoyar a la economía del hogar, no le gusta la dependencia y esta libertad le da felicidad.

María Enriqueta Corzo Tinajero, conocida como “Mariqueta”, no solo heredó de su madre el parecido físico, sino que nació con talento gastronómico. Talento que la ha salvado cuando la crisis se estaciona en casa o, simplemente porque desea sentirse útil, amén, a ser una mujer con encanto natural para vender.

Un año después, estando en Tabasco, tras una llamada telefónica, un fiscal la invita para que regrese a trabajar con una plaza en Tapachula. Consulta la propuesta con su esposo, ya está casada con Ovidio Ruiz Márquez, quien desde luego le apoya en su decisión.

Ingresa a una mesa en donde atiende delitos graves, se convierte en fiscal del Ministerio Público. Nuestra entrevistada argumenta que en ese cargo se instruye, convirtiéndose los ocho meses que colaboró en ese cargo, en su escuela de mayor aprendizaje en lo que respecta a delitos graves y el derecho.

Ocurre un cambio de dirección y su nuevo jefe, con quien la relación no era excelente, la envía al penal como ministerio público adscrita y es en donde trabaja profesionalmente 2 años más.

Como mujer no ha sido fácil, porque en ese ambiente tiene que lidiar con toros que insisten en seguir agrediendo sus derechos, pide auxilio a Derechos Humanos y acá aparece un personaje que la ayuda: Yumaltic de León.

En septiembre del 2014 toma el cargo como delegada regional de la Secretaría para el Desarrollo y Empoderamiento de la Mujer del Estado de Chiapas, coordinando y sirviendo a 16 municipios.

Es en esta parte de la vida de Mariqueta en donde ingresa a la política y de lleno al tema de las mujeres e igualdad de género, sirviendo por seis años. Participa como diputada suplente de Cinthia Reyes.

Pero la vida de esta espléndida mujer no es solo trabajo y leyes, así que el 24 de marzo del año 2007 se casa con Ovidio Ruiz y gracias a la escuela de la vida, vivir al lado de su señora madre, se gana por herencia todos los secretos de la buena cocina.

Mariqueta se parece mucho a su madre, le heredó esa encantadora virtud de transitar por la vida brindando cariño, le transmitió la fortaleza para saber luchar cuando la vida la enfrenta para decidir o resolver.

Ha sabido combinar su vida profesional con el oficio de madre, esposa y abuela de Regina, con una pequeña empresa en donde la harina, el agua y la levadura se transforman; la masa cruda se hincha en suspiros y se convierte en una empanada, una torta rellena de dulce o sal, es por decirlo de una manera sencilla, una mujer polifacética que tiene la virtud de cocinar como una profesional y de impartir justicia, cuando de una mujer en estado vulnerable se trata.

morancarlos.escobar1958@gmail.com

Le dicen Mariqueta, nuestra estelar de hoy es la hija más pequeña de aquella pareja integrada por el licenciado Bernabé Corzo Villagrán y Enriqueta Tinajero Esquinca, matrimonio que un día, gracias a la necesidad mutua, decidieron unirse para acompañarse y formar un hogar que sirvió de ejemplo.

Como preámbulo, le comento que el licenciado Bernabé era viudo y tenía 3 niñas; Queta Tinajero también era viuda y con dos hijos varones, así que la necesidad se transformó en amor y construyeron un hogar con 7 hijos.

Ellos eran aquella pareja que hacía honor a la frase que reza así: “los míos, los tuyos y los nuestros”, refiriéndose a los cinco hijos con que se encontraron y dos más que nacieron como resultado del amor.

Fue así como María Enriqueta Corzo Tinajero llegó al mundo el 4 de junio de 1968. Su niñez y primeros estudios los realizó en el colegio Guadalupano Constancia y Trabajo. Al terminar la secundaria ingresa al colegio Miguel Hidalgo. Estudiando el bachillerato conoce al primer amor de su vida y el 30 de noviembre de 1985 se casa de blanco, sólo tenía 17 años.

Siete años después se convierte en madre de Natalia Del Pino Corzo, ellos eran muy jóvenes cuando ingresaron a esa aventura llena de responsabilidades, así que el matrimonio solo soportó 10 años y deciden separarse.

Después del divorcio, con 27 años, decide retomar la licenciatura en Derecho que había puesto en pausa por razones románticas, le esperaban tiempos difíciles, pues había regresado a casa como hija de familia y con una hija en brazos, al lado de su madre, quien la apoyó para que terminara la licenciatura y abrirse camino.

Egresada ya como Licenciada en Derecho decide buscar trabajo. ¡Era urgente! Recibe la primera oportunidad en la Corporación Nacional Licorera, siendo su jefe directo Eduardo Pineda, con quien colaboró 18 meses.

Después ingresó al mundo de las Afores y es Profuturo GNP el corporativo en donde fungió como asistente de Gustavo Pinot, quien era el gerente. No estaba titulada, así que litigar o ser merecedora de un puesto con el nivel profesional que tenía no era fácil, así que luego se incorporó al INEF, pero el amor vuelve a tocar a su puerta y estaba en planes de casarse.

Un segundo matrimonio en puerta la emociona, era una oportunidad envidiable, pero a tiempo reflexiona que ella no deseaba casarse, sino crecer en el ámbito laboral, profesional y como mujer, así que con mucho valor civil cancela la boda y acepta la oferta de Gas Metropolitano, gracias a la recomendación de Estela Avendaño, directora de Staff Laboral.

En Gas Metropolitano, mujer al fin responsable como son la mayoría, ingresaba a las 4 de mañana y terminaba a las 7 de la noche, colaborando en esa empresa 3 años. En el año 2003 su hogar se ensombrece con la muerte de su señor padre y recuerda que no ha tomado vacaciones, no ha descansado, está rendida, así que decide renunciar, pero no le aceptan la renuncia y le ofrecen 20 días de vacaciones.

Estando de vacaciones, su madre que era una mujer de poca escuela, pero sabia y culta le dice -Mariqueta, se murió tu papá y no te has titulado, así que, yo me haré cargo de tus gastos, pero te titulas-. Era una orden y la mejor propuesta, así que el resto fue más complicado, pero con una óptica profesional distinta.

En el año 2004, egresa con honores, se titula con mención honorífica y su vida da un giro de 180 grados. Se convierte en Ministerio Público, y la ley comienza a tomar en serio el tema de las mujeres, la equidad de género, protección, libres de violencia y se crea la Fiscalía en Delitos Sexuales, y ella es parte de esta Fiscalía.

Se especializa en el tema de la mujer y todos los agravantes que sufre. Se instruye con cursos, diplomados y certificaciones. En el año 2012 decide renunciar a la Fiscalía, porque la carga de trabajo era fuerte.

María Enriqueta Corzo Tinajero posee un diplomado en Derecho Fiscal, Seminario en Derecho Penal, cursos en Juicios Orales, así como tipos y modalidades de la violencia. Es coordinadora del Centro de Asistencia Social para Mujeres Víctimas de Violencia.

La madre de Mariqueta fue una mujer que se convirtió en un icono en la gastronomía, una maestra de la cocina, así que sin trabajo, decide emprender en su casa un pequeño negocio fabricando empanadas y tartaletas de piña en versión salada también.

Nuestra entrevistada no iba a esperar a que el dinero llegara del cielo a casa, sino que ella se las ingenió gracias a la enseñanza y herencia de su madre para iniciarse en una pequeña empresa desde casa. Además, siempre ha sido una mujer que le gusta producir, apoyar a la economía del hogar, no le gusta la dependencia y esta libertad le da felicidad.

María Enriqueta Corzo Tinajero, conocida como “Mariqueta”, no solo heredó de su madre el parecido físico, sino que nació con talento gastronómico. Talento que la ha salvado cuando la crisis se estaciona en casa o, simplemente porque desea sentirse útil, amén, a ser una mujer con encanto natural para vender.

Un año después, estando en Tabasco, tras una llamada telefónica, un fiscal la invita para que regrese a trabajar con una plaza en Tapachula. Consulta la propuesta con su esposo, ya está casada con Ovidio Ruiz Márquez, quien desde luego le apoya en su decisión.

Ingresa a una mesa en donde atiende delitos graves, se convierte en fiscal del Ministerio Público. Nuestra entrevistada argumenta que en ese cargo se instruye, convirtiéndose los ocho meses que colaboró en ese cargo, en su escuela de mayor aprendizaje en lo que respecta a delitos graves y el derecho.

Ocurre un cambio de dirección y su nuevo jefe, con quien la relación no era excelente, la envía al penal como ministerio público adscrita y es en donde trabaja profesionalmente 2 años más.

Como mujer no ha sido fácil, porque en ese ambiente tiene que lidiar con toros que insisten en seguir agrediendo sus derechos, pide auxilio a Derechos Humanos y acá aparece un personaje que la ayuda: Yumaltic de León.

En septiembre del 2014 toma el cargo como delegada regional de la Secretaría para el Desarrollo y Empoderamiento de la Mujer del Estado de Chiapas, coordinando y sirviendo a 16 municipios.

Es en esta parte de la vida de Mariqueta en donde ingresa a la política y de lleno al tema de las mujeres e igualdad de género, sirviendo por seis años. Participa como diputada suplente de Cinthia Reyes.

Pero la vida de esta espléndida mujer no es solo trabajo y leyes, así que el 24 de marzo del año 2007 se casa con Ovidio Ruiz y gracias a la escuela de la vida, vivir al lado de su señora madre, se gana por herencia todos los secretos de la buena cocina.

Mariqueta se parece mucho a su madre, le heredó esa encantadora virtud de transitar por la vida brindando cariño, le transmitió la fortaleza para saber luchar cuando la vida la enfrenta para decidir o resolver.

Ha sabido combinar su vida profesional con el oficio de madre, esposa y abuela de Regina, con una pequeña empresa en donde la harina, el agua y la levadura se transforman; la masa cruda se hincha en suspiros y se convierte en una empanada, una torta rellena de dulce o sal, es por decirlo de una manera sencilla, una mujer polifacética que tiene la virtud de cocinar como una profesional y de impartir justicia, cuando de una mujer en estado vulnerable se trata.

morancarlos.escobar1958@gmail.com

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