/ lunes 11 de diciembre de 2023

La Voz del Obispo | Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos



1. Querida familia diocesana, con la bendición de Dios llegamos al segundo domingo del adviento y seguimos contemplando en el horizonte la segunda venida del Señor. Escuchamos hoy un fragmento tomado del evangelio de san Marcos (Mc ,1-18) que dice: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Conviene curiosear un poco la fuerza simbólica de esta frase tomada del profeta Isaías y puesta, por el escritor sagrado, en boca del Bautista.

La voz es uno de los recursos permanentes de Dios para mostrarnos su rostro y acercarnos al conocimiento de su voluntad. Clamar es la palabra en español para traducir un verbo violento del texto griego. No se trata de un llamar respetuoso, susurrante y tranquilo. En el texto griego el verbo tiene una fuerza espantosa, retrata el estruendo del grito desesperado de alguien que sufre por la urgencia angustiosa de proclamar un mensaje que, por su importancia, ha de ser escuchado. El desierto es un lugar solitario, es el espacio propicio para los encuentros con el Señor, es el lugar donde el hombre prueba su capacidad de fidelidad y de respuesta a Dios, es el lugar donde el hombre se prepara para vivir e incorporar a su vida los grandes acontecimientos, es el espacio existencial que prepara al hombre a contemplar y recibir la salvación del Dios que viene, es el campo donde el adviento florece y da frutos.

La frase que proclama la voz que grita en el desierto nos regresa al ámbito de nuestras situaciones existenciales. El camino del Señor es el camino de la historia y es, a fin de cuentas, el camino de nuestra propia vida. Camino preparado y sendero enderezado son vidas y corazones dispuestos a contemplar y sumarse al paso del Señor por la historia. Una vida dispuesta a contemplar el paso del Señor es una vida impulsada por el deseo de caminar con el Señor.

2. No maltratarás ni oprimirás al extranjero (Éxodo 22,20). Así se tituló el comunicado, dictado con ocasión de la vigésimo sexta “posada sin fronteras”, realizado juntamente entre la Casa del Migrante Tecún Umán, Diócesis de San Marcos, y la Pastoral de Movilidad Humana de nuestra Diócesis de Tapachula.

El pasado jueves 07 de diciembre tuvimos esta “posada sin fronteras”, en el llamado Paso del Coyote en Ciudad Hidalgo. Estuvimos acompañados por Don. Bernabé de Jesús, obispo de San Marcos, Guatemala. Comparto sólo un pensamiento de este escrito: “Al igual que Jesús, en nuestro tiempo miles de migrantes transitan por nuestros países y pueblos, cruzando montañas, desiertos y ríos, exponiendo sus vidas al peligro, huyen de las guerras, persecución política, el hambre y la falta de oportunidades en todo ámbito social, con el único deseo de salvaguardar sus vidas y buscar un futuro mejor para ellos y sus familias. Ante esta oleada de migrantes principalmente del Sur y Centro América, como cristianos y como humanos, desde nuestros centros de atención e información y casas del migrante en Guatemala y México, no hacemos más que cumplir con nuestro deber de encarnar una porción del evangelio, que nos manda dar comida, bebida y hospedar al migrante (cf. Mt 25,34-40).

El rosto sufrientes de niños y niñas, hombres y mujeres migrantes, se convierte para nosotros en el rostro de Cristo que clama misericordia para sus hijos más desprotegidos y vulnerables.”

3. Fiesta a Nuestra Señora de Guadalupe. Este próximo martes celebraremos con grande fiesta a María, nuestra Madre, bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe. Ya hace un año que iniciamos la Novena Intercontinental que nos está conduciendo a la gran celebración por los 500 años de que nuestra Madre se quiso quedar con nosotros posándose en la tilma de san Juan Diego. En el Nican Mopohua encontramos descrito este indudable evento: “Desenvolvió luego su blanca manta, pues tenía en su regazo las flores; y así que se esparcieron por el suelo todas las diferentes rosas de Castilla, se dibujó en ella y apareció de repente la preciosa imagen de la siempre Virgen Santa María, Madre de Dios, de la manera que está y se guarda hoy en su templo del Tepeyac, que se nombra Guadalupe”. Gracias Madre santísima por quedarte entre nosotros y escuchar nuestros ruegos y súplicas. Protege y cubre con tu manto a tu familia mexicana.

4. Una Iglesia Sinodal en misión. Reunidos e invitados por la Trinidad, este es el segundo tema que se presenta en la Relación de Síntesis de la primera fase del Sínodo, realizado el pasado mes de octubre en Roma. De las convergencias quisiera entresacar un número que resulta esencial para el caminar sinodal: “La conversación en el Espíritu Santo es un instrumento que, a pesar de sus limitaciones, resulta fecundo para permitir una escucha auténtica y para discernir lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Su práctica ha producido alegría, estupor y gratitud y ha sido vivida como un camino de renovación que transforma a los individuos, a los grupos y a la Iglesia. La palabra “conversación” expresa algo más que un simple diálogo: entrelaza de modo armónico pensamiento y sentimiento y genera un mundo vital compartido. Por lo que se puede decir que en la conversación está en juego la conversión. Se trata de un dato antropológico, presente en pueblos y culturas diversas, aunadas por la práctica de un reunirse solidario para tratar y decidir cuestiones vitales para la comunidad. La gracia lleva a cumplimiento esta experiencia humana: conversar “en el Espíritu” significa vivir la experiencia del compartir a la luz de la fe y en la búsqueda del querer de Dios, en una atmósfera auténticamente evangélica dentro de la cual el Espíritu Santo puede hacer oír su inconfundible voz”.

Encomiendo a la paternal protección de San José, custodio de las vocaciones, y al abrazo amoroso y maternal de nuestra amada Reina Inmaculada Margarita Concepción, a toda la familia diocesana.

+ Jaime Calderón Calderón

VIII Obispo de Tapachula



1. Querida familia diocesana, con la bendición de Dios llegamos al segundo domingo del adviento y seguimos contemplando en el horizonte la segunda venida del Señor. Escuchamos hoy un fragmento tomado del evangelio de san Marcos (Mc ,1-18) que dice: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Conviene curiosear un poco la fuerza simbólica de esta frase tomada del profeta Isaías y puesta, por el escritor sagrado, en boca del Bautista.

La voz es uno de los recursos permanentes de Dios para mostrarnos su rostro y acercarnos al conocimiento de su voluntad. Clamar es la palabra en español para traducir un verbo violento del texto griego. No se trata de un llamar respetuoso, susurrante y tranquilo. En el texto griego el verbo tiene una fuerza espantosa, retrata el estruendo del grito desesperado de alguien que sufre por la urgencia angustiosa de proclamar un mensaje que, por su importancia, ha de ser escuchado. El desierto es un lugar solitario, es el espacio propicio para los encuentros con el Señor, es el lugar donde el hombre prueba su capacidad de fidelidad y de respuesta a Dios, es el lugar donde el hombre se prepara para vivir e incorporar a su vida los grandes acontecimientos, es el espacio existencial que prepara al hombre a contemplar y recibir la salvación del Dios que viene, es el campo donde el adviento florece y da frutos.

La frase que proclama la voz que grita en el desierto nos regresa al ámbito de nuestras situaciones existenciales. El camino del Señor es el camino de la historia y es, a fin de cuentas, el camino de nuestra propia vida. Camino preparado y sendero enderezado son vidas y corazones dispuestos a contemplar y sumarse al paso del Señor por la historia. Una vida dispuesta a contemplar el paso del Señor es una vida impulsada por el deseo de caminar con el Señor.

2. No maltratarás ni oprimirás al extranjero (Éxodo 22,20). Así se tituló el comunicado, dictado con ocasión de la vigésimo sexta “posada sin fronteras”, realizado juntamente entre la Casa del Migrante Tecún Umán, Diócesis de San Marcos, y la Pastoral de Movilidad Humana de nuestra Diócesis de Tapachula.

El pasado jueves 07 de diciembre tuvimos esta “posada sin fronteras”, en el llamado Paso del Coyote en Ciudad Hidalgo. Estuvimos acompañados por Don. Bernabé de Jesús, obispo de San Marcos, Guatemala. Comparto sólo un pensamiento de este escrito: “Al igual que Jesús, en nuestro tiempo miles de migrantes transitan por nuestros países y pueblos, cruzando montañas, desiertos y ríos, exponiendo sus vidas al peligro, huyen de las guerras, persecución política, el hambre y la falta de oportunidades en todo ámbito social, con el único deseo de salvaguardar sus vidas y buscar un futuro mejor para ellos y sus familias. Ante esta oleada de migrantes principalmente del Sur y Centro América, como cristianos y como humanos, desde nuestros centros de atención e información y casas del migrante en Guatemala y México, no hacemos más que cumplir con nuestro deber de encarnar una porción del evangelio, que nos manda dar comida, bebida y hospedar al migrante (cf. Mt 25,34-40).

El rosto sufrientes de niños y niñas, hombres y mujeres migrantes, se convierte para nosotros en el rostro de Cristo que clama misericordia para sus hijos más desprotegidos y vulnerables.”

3. Fiesta a Nuestra Señora de Guadalupe. Este próximo martes celebraremos con grande fiesta a María, nuestra Madre, bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe. Ya hace un año que iniciamos la Novena Intercontinental que nos está conduciendo a la gran celebración por los 500 años de que nuestra Madre se quiso quedar con nosotros posándose en la tilma de san Juan Diego. En el Nican Mopohua encontramos descrito este indudable evento: “Desenvolvió luego su blanca manta, pues tenía en su regazo las flores; y así que se esparcieron por el suelo todas las diferentes rosas de Castilla, se dibujó en ella y apareció de repente la preciosa imagen de la siempre Virgen Santa María, Madre de Dios, de la manera que está y se guarda hoy en su templo del Tepeyac, que se nombra Guadalupe”. Gracias Madre santísima por quedarte entre nosotros y escuchar nuestros ruegos y súplicas. Protege y cubre con tu manto a tu familia mexicana.

4. Una Iglesia Sinodal en misión. Reunidos e invitados por la Trinidad, este es el segundo tema que se presenta en la Relación de Síntesis de la primera fase del Sínodo, realizado el pasado mes de octubre en Roma. De las convergencias quisiera entresacar un número que resulta esencial para el caminar sinodal: “La conversación en el Espíritu Santo es un instrumento que, a pesar de sus limitaciones, resulta fecundo para permitir una escucha auténtica y para discernir lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Su práctica ha producido alegría, estupor y gratitud y ha sido vivida como un camino de renovación que transforma a los individuos, a los grupos y a la Iglesia. La palabra “conversación” expresa algo más que un simple diálogo: entrelaza de modo armónico pensamiento y sentimiento y genera un mundo vital compartido. Por lo que se puede decir que en la conversación está en juego la conversión. Se trata de un dato antropológico, presente en pueblos y culturas diversas, aunadas por la práctica de un reunirse solidario para tratar y decidir cuestiones vitales para la comunidad. La gracia lleva a cumplimiento esta experiencia humana: conversar “en el Espíritu” significa vivir la experiencia del compartir a la luz de la fe y en la búsqueda del querer de Dios, en una atmósfera auténticamente evangélica dentro de la cual el Espíritu Santo puede hacer oír su inconfundible voz”.

Encomiendo a la paternal protección de San José, custodio de las vocaciones, y al abrazo amoroso y maternal de nuestra amada Reina Inmaculada Margarita Concepción, a toda la familia diocesana.

+ Jaime Calderón Calderón

VIII Obispo de Tapachula